“Nunca vou deixar de disparar…”
A Mercè la afición por la fotografía le viene de su padre, con el que descubrió la luz roja, el cuarto oscuro, los negativos… En su Barcelona natal. A los 25 compra su primera cámara y de forma autodidacta se inicia en esta nueva pasión que la acompañará el resto de su vida.
Mujer independiente, resolutiva, valiente, amante de la cultura en todas sus formas, nos ofrece su visión particular del mundo en cada fotografía.